En dermatología la crioterapia se utiliza para tratar lesiones cutáneas superficiales como las verrugas y algunas manchas solares. Además, también es una técnica habitual para mejorar lesiones musculares, esguinces o inflamaciones. De hecho algunos deportistas de élite (como Cristiano Ronaldo) utilizan la crioterapia para recuperarse de sus lesiones. Pero la novedad es que ahora el frío intenso se aplica como un tratamiento estético para rejuvenecer la piel.
La crioterapia facial consiste en exponer la piel a temperaturas bajo cero de manera que el organismo reacciona de forma natural enviando un mayor flujo de sangre a la zona tratada. Esto hace que los capilares se expandan y los glóbulos blancos trabajen de una manera más acelerada para proteger la piel del frío. Asimismo, durante esos minutos, el cerebro libera hormonas, como la adrenalina y la endorfina, logrando estimular el funcionamiento de nuestros órganos en general. Esta reacción facilita el rejuvenecimiento celular, potenciando igualmente el fortalecimiento de nuestro sistema inmune.