En tiempos donde la tecnología lo invade todo, en Hotel La Farm apostamos por un enfoque distinto: avanzar, sí, pero sin perder lo esencial. Porque para nosotros, la recepción no es un simple mostrador: es el primer gesto de bienvenida, el primer puente hacia una experiencia con alma.

Recepción eficiente, sin perder la calidez
Somos un hotel pequeño, con vocación de refugio. Y cada persona que cruza nuestra puerta merece ser recibida con atención y cercanía. Por eso, apostamos por una automatización selectiva, que agiliza los procesos sin borrar la humanidad del encuentro.

Mirian Díaz Aroca con el equipo del Hotel La Farm en su última visita.
Tecnología como apoyo, no como sustituto
Contamos con un sistema de pre-check-in online, que permite al huésped completar sus datos antes de la llegada. Así, al llegar, no hay formularios ni esperas: solo una sonrisa, una llave física entregada en mano y una conversación sincera.
En La Farm, el contacto humano es sagrado. Las llaves se entregan personalmente, como símbolo de bienvenida y de cuidado. Porque creemos que los pequeños gestos aún importan.
La recepción como punto de inspiración
Además de ser un lugar de acogida, la recepción de Hotel La Farm es también una pequeña tienda con alma, donde nuestros huéspedes pueden descubrir productos exclusivos seleccionados con mimo:
Piezas de decoración con el carácter único de La Farm.
Productos de alta cosmética y bienestar utilizados en nuestro centro de belleza.
Ediciones limitadas de diseño exvlusivo, con una filosofía sostenible y auténtica.
Y nuestra joya más especial: Línea Martina, una colección educativa y creativa pensada para estimular las habilidades de los más pequeños, con materiales únicos desarrollados para aprender jugando.
Una espacio pensado no sólo para llevarse un recuerdo, sino para prolongar la experiencia vivida aquí, en tu casa fuera de casa.

Celia de Coca mostrando su libro de fotografía, PUERTAS ADENTRO, disponible en la tienda del Hotel La Farm.
Nuestra visión: una recepción inteligente y cercana