Con la llegada del otoño, el escenario cambia por completo; el ambiente se llena de hojas coloridas, brisas frescas y ese aroma a tierra húmeda que a todos nos encanta. Pero, ¿alguna vez te has preguntado cómo afecta esta temporada a tu cuerpo? En este artículo, te invitamos a descubrir cómo impactan estos cambios en tu bienestar físico y emocional, ya que, siendo conscientes de ellos, seremos capaces de tomar decisiones para adaptarnos de la mejor forma posible y podamos disfrutar del otoño como se merece.
1. Cambios en la luz solar y el ritmo circadiano:
A medida que los días se hacen más cortos y las noches más largas, es natural que nuestro cuerpo responda ajustando su reloj biológico. Esto puede afectar por un lado a nuestro sueño, dando lugar a molestos dolores de cabeza hasta acostumbrarnos y adaptarnos al nuevo horario, y por otro, a la energía, ya que el otoño trae consigo un descenso de la producción de serotonina (hormona de la felicidad), y aumento de la melatonina (hormona del sueño). Estos cambios hormonales a menudo nos hacen sentir más cansados y desanimados, dando lugar a falta de entusiasmo para realizar actividades.
No te preocupes, ¡es normal! Lo importante es aceptarlo, mantener una rutina de sueño regular y aprovechar al máximo la luz natural durante el día para mantenernos con energía.
2. Cambios en la temperatura:
Las temperaturas frescas son el sello distintivo del otoño. Si bien es tentador acurrucarse bajo las mantas, no olvides mantenerte activo. El ejercicio es una excelente manera de mantener tu cuerpo en forma y caliente durante los días fríos. Además, ¿quién puede resistirse a dar un paseo por el parque cuando las hojas crujen bajo tus pies?
3. Cambios en la alimentación:
El frio y los cambios hormonales pueden aumentar considerablemente el apetito, especialmente de alimentos azucarados. Pero ¿y si engañamos un poco a nuestro cerebro? El otoño trae consigo delicias como manzanas, calabazas, membrillo o dátiles entre muchos otros. ¡Aprovecha la temporada! Estos alimentos son ricos en nutrientes y pueden ayudarte a mantenerte saludable mientras disfrutas de los riquísimos sabores otoñales. Además, aprovechando las lluvias, puedes salir a por setas y hacerte un risotto que ni en los mejores restaurantes ¿verdad?
4. Mayor susceptibilidad a enfermedades:
El otoño debilita nuestro sistema inmunológico a medida que las temperaturas descienden. Para proteger tu salud, asegúrate de lavar tus manos con frecuencia, mantener tu vacunación al día y alimentarte de manera equilibrada para fortalecer tus defensas.
5. Estrés y salud mental:
El cambio de estación y la vuelta a la rutina pueden generar estrés. Se cree que las alteraciones en la producción de serotonina están relacionadas con estos cambios de humor, y afecta principalmente a mujeres y jóvenes. Para cuidar de tu salud mental, encuentra momentos para la relajación. Practicar la meditación, el yoga o simplemente dar un paseo por un bosque o parque pueden ser remedios efectivos contra el estrés.
6. Articulaciones más rígidas:
Con la bajada de las temperaturas, el líquido sinovial en nuestras articulaciones se vuelve más denso. Esto puede resultar en una mayor rigidez articular y fricción entre estructuras, causando molestias en las extremidades. Así que ya sabes ¡toca mover el culito!
Como dijo el escrito estadounidense Francis Scott Fitzgerald:
“Life starts all over again when it gets crisp in the fall”
¡Feliz otoño!